lunes, 27 de junio de 2011

Rockwell (I): el crítico de la nueva realidad estadounidense

El problema con el que convivimos todos, 1964. Ilustración para "Look".

Este gran lienzo (tanto por sus dimensiones como por su calidad) es el claro reflejo de cómo una plasmación de una imagen de la vida cotidiana de la época, con un realismo fotográfico sublime, puede transmitir tantos o más sentimientos que un cuadro expresionista alemán.

La imagen irradia, por un lado, la dureza de esos cuatro grandes hombres blancos, de puños cerrados, con anillos de oro y sin rostro, similares a los "hombres grises" a los que Momo se tuvo que enfrentar en el relato Michael Ende. El hecho de no plasmar sus caras, hace centrar la atención en la pequeña niña negra vestida de blanco, que, por otro lado, emana inocencia y dulzura. Alrededor de ella Norman Rockwell dibuja todo un contexto de segregación racial, materializado tanto en los guardias federales como, sobre todo, en la salpicadura de tomate y la pintada ("nigger") del muro. Este era el "problema con el que convivimos todos", la realidad a la que la pequeña Ruby Bridges se tenía que enfrentar día a día.

Y es que este cuadro surgió a raíz de una historia verídica: no es más que el cartel de la vida de esta niña, con nombres y apellidos. Ruby Bridges ingresó en el sistema escolar de Nueva Orleans en 1960, un colegio dirigido exclusivamente a niños blancos. Cada día, en su camino a la escuela, Ruby tenía que soportar las burlas y los insultos llenos de odio que recibía de una marea de niños blancos, hasta tal punto que la tuvieron que escoltar cuatro guardias federales.

El lienzo fue pintado por un Rockwell de setenta años que intentaba hacer que la sociedad nortamericana abriese los ojos ante tales injusticias. Fue la primera ilustración a doble página que hizo para la revista "Look". Tal revista lo había contratado ese mismo año como especialista en temas de actualidad. A partir de entonces y hasta su muerte (en 1978), los trabajos que realizó para "Look" fueron documentos que denunciaban la realidad de la época.

Justicia sureña, 1965. Ilustración inédita para "Look".

En el verano de 1965, otro hecho obligó a Norman a plasmarlo en el lienzo, aunque esta vez la revista tomaría un esbozo del mismo para su ilustración: tres de los llamados "jinetes de la libertad", James Chaney, Michael Schewerner y Andrew Goodman, fueron asesinados a manos del Ku Klux Klan por el empeño que mostraron en inscribir a votantes negros en el sur. Los cuerpos de estos tres compañeros fueron descubiertos en un dique de tierra de la Filadelfia rural.

La luz que impera en el cuadro recae sobre los dos compañeros que se abrazan: Chaney se resiste a morir, y se aferra suplicante a su amigo blanco, que mira desafiante a los asesinos, los cuales se dejan ver en el cuadro a través de esas amenazantes sombras de la derecha. El paisaje inspira desolación y angustia, al ser pintado en esos tonos tierra que se van oscureciendo a medida que se apartan de los protagonistas. El suelo, totalmente desnudo, solo queda interrumpido por varias piedras y palos y por el cadáver del primer asesinado, lo cual aumenta aún más el desasosiego que transmite la escena.
Norman Rockwell: New Kids in the Neighborhood
New Kids in the Neighborhood, 1967. (Negros en los barrios residenciales). Ilustración pra "Look".

Cuando la revista publicó un relato sobre el progreso de la integración social, Norman lo ilustró con este lienzo. Ese relato trataba sobre lo que se conocería más tarde como "vuelo blanco", un éxodo hacia las zonas periféricas de las ciudades debido al malestar general de la población y a los prejuicios raciales. Sin embargo, la revista se preguntaba si eran bien recibidos después los negros de clase media en aquellos barrios residenciales. En esta obra, Rocwell ha querido reflejar la similitud entre estos dos grupos de niños, de igual indumentaria y ambos con una mascota. ¿Por qué debe de ser un impedimento el color de la piel a la hora de jugar con los nuevos vecinos?


Esa motivación de Rockwell en sus últimos años de denunciar las injusticias de la vida estadounidense de mediados de siglo, le llevó ser solicitado en varios países y asociaciones donde se trabajaba por la paz.

Lo cierto es que el trabajo de Rocwell nunca fue considerado como perteneciente al mundo del arte, sino al de la ilustración y la publicidad. No fue hasta la llegada del siglo XXI cuando los artistas empezaron a mirar su obra con otros ojos. Porque para Rockwell, como buen ilustrador, el arte no era sino un medio para contar historias.

En la próxima entrada, realizaré un recorrido por la vida de este gran artista, ilustrador y publicista, que vienen a ser tres profesiones similares.

Me levanto todas las mañanas y empiezo a trabajar a las ocho. He dejado de creer que devolveré al mundo la era dorada de la ilustración. Hace ya mucho tiempo que me di cuenta de que jamás será tan bueno como Rembrandt.
Norman Rockwell.

La regla de oro, 1961. Ilustración para la portada de "Saturday Evening Post".

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